A menudo me han planteado la pregunta de què pienso acerca de la muerte,de ese final no problemàtico de la existencia del individuo humano.La muerte nos es conocida como el fin por autonomasia.Es un punto final que muchas veces se pone antes de terminar la frase fuera de la cual ya solo queda el recuerdo o la repercusiòn en otros.Pero para el afectado es como si se detuvieran las manecillas de un reloj.A la vista de la muerte,la vida nos parece siempre como un transcurso como la marcha de un reloj
al que le hemos dado cuerda y del que sabemos que acabarà por detenerse definitivamente.Nunca estamos tan convencidos del"transcurso"de la vida como cuando la vida de una persona termina ante nuestros ojos,y nunca se nos plantea tan imperiosamente la cuestiòn del sentido y del valor de la vida como cuando vemos como el ultimo aliento abandona a un cuerpo que hasta hace poco aùn estaba vivo.
Que distinto nos parece el sentido de la vida cuando vemos a un joven esforzarse por objetivos lejanos y por labrarse un futuro que cuando un enfermo incurable o un anciano van perdiendo fuerzas y hundièndose inexorablemente en la tumba.La juventud -eso nos parece -tiene objetivos,futuro,sentido y un valor.El fallecimiento,en cambio es sòlo una absurda interrupciòn.Si un joven tiene miedo al mundo,a la vida,a todos les parece algo lamentable,insensato y neuròtico,y a el le cosideraràn un covarde holgazàn.Pero si una persona de cierta edad manifiesta su rechazo o incluso su miedo cerval ante la idea de que su esperanza de vida de vida razonable ya es sòlo de x añosnos sentimos directa y dolorosamente implicados y procuramos apartar la vista y cambiar de conversaciòn.Aqui falla el optimismo con que se juzga al joven.Es cierto que para todos los casos tenemos siempre a mano unas cuàntas màximas que no dudamos en aplicar a otros a la menor ocasiòn,como por ejemplo"tarde o temprano todo el mundo a de morir",o bièn"no se vive eternamente",.pero cuando estamos solos y es denoche y todo està tàn oscuro y silencioso que no se ve ni se oye màs que los pensamientos que suman y restan años de vida,la larga serie de hechos desagradables que demuestran despiadadamente lo mucho que han avanzado las manecillas del reloj,la lenta e inexorable aproximaciòn de ese muro negro que acabarà por devoràr todo lo que amamos,anhelamos,deseamosposeemos y esperamos,todas las màximas desaparecen misteriosamente en algùn lugar recòndito,y la angustia cae sobre el insomne como una manta que lo asfixia.de CARL JUNG
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